Escucha:
Como ya he comprobado, la eliminación de la onda trasera del altavoz permite mantener intacta la señal radiada por la delantera. Respetando fase, linealidad y transitorios, características propias de un recinto sobreamortiguado. En líneas generales esta es la idea y en particular la Minor demuestra estas cualidades y las afirma. La baja Q del recinto (que podría haber sido más voluminoso) otorga unos graves livianos pero muy presentes y a veces impactantes por su coherencia armónica. El altavoz Sony presenta una dinámica muy convincente que favorece esencialmente a las voces que suenan nítidas y bien focalizadas, la zona alta del espectro aparece un poco colorida pero clara y coherente, seguramente por el aporte del cono/dustcap de aluminio. Gracias a la robustez del recinto las resonancias internas brillan por su ausencia, colaborando con la restitución del sonido que emite el altavoz. Un fullrange más apto para ser utilizados en campo cercano (no más de un metro del escucha) donde cautiva por su dinámica y espacialidad, y donde los detalles de la música se hacen presentes con la intención de honrarla con naturalidad y neutralidad.